En el Licen la calidad y la atención personalizada son premisas básicas en nuestro modelo de enseñanza. Somos conocedores de que cada alumno es único y singular y por ello nos adaptamos a las necesidades particulares de cada uno de ellos, poniendo a su alcance los recursos y medios para potenciar sus capacidades o reforzar sus pequeñas dificultades en el proceso educativo para el logro de sus éxitos en cada una de las etapas educativas en las que se encuentre. Para ello, es importante contar con la figura del profesor como persona de confianza y profesional que motiva y estimula hacia los nuevos aprendizajes, que crea ambientes seguros, tranquilos y agradables. En él encontrará un pilar fundamental no solo para la adquisición de contenidos sino también para la formación de su integridad como persona, implantando en ellos valores y enseñanzas que los guiarán toda su vida.
Nuestras metodologías son motivadoras y adaptadas a las necesidades de nuestro grupo-aula y de las tendencias en innovación educativa actuales. Combinamos en un equilibrio fundamental la enseñanza digital con los beneficios de una educación tradicional apoyada en libros de texto o métodos propios de lectoescritura y pensamiento matemático. Porque no usamos una única metodología, si no que nos servimos de aquellas que nos ayudan a la consecución de los objetivos educativos de nuestros alumnos para que alcancen el máximo desarrollo de sus capacidades y competencias, con el apoyo personalizado y emocional que se requiere.
En el Licen acompañamos a nuestros alumnos en todas sus etapas educativas hasta su mayoría de edad, ofreciendo una comunicación activa y constante con las familias e implicándoles en el proceso de aprendizaje de sus hijos.
La oferta de actividades extraescolares y servicios de desayuno y comedor facilitan la conciliación de la vida laboral, respetando sus bio-ritmos y asegurando su completo desarrollo global y bienestar de manera saludable.
Por último, destacar el fomento de buenas relaciones entre sus iguales. Nuestra función docente como guías para la correcta gestión de sus emociones, permitirá conocerse, aceptarse y generar un buen autoconcepto de sí mismo, que permita valorarse y valorar a los demás; redirigiendo su conducta hacia normas adecuadas de convivencia dentro de un marco de valores como el respeto, la tolerancia, la superación y el esfuerzo. Desde pequeños se inician en la adquisición de esta competencia social, que es la base sobre la que construirán su comportamiento ciudadano y democrático.
“La educación no es preparación para la vida; la educación es la vida en sí misma.” (John Dewey)